Riesgos en el consumo de marihuana

El consumo de marihuana tiene riesgos asociados. Conoce aquí lo que nos dice la evidencia científica. 
Accidentabilidad:
El efecto de enlentecimiento motor y las alteraciones de la concentración, memoria a corto plazo y habilidades visoespaciales, disminuyen la capacidad de respuesta psíquica y motora, aumentando el riesgo en accidentes de tránsito. 
Un análisis (Laumon, 2005) de 1000 muertos en accidentes, mostró que 2,5% de los conductores tenía THC (principio activo de la marihuana), siendo la segunda sustancia más frecuentemente encontrada. El 28% había consumido alcohol. Otros estudios (Hartman & Huestis, 2013) muestran que el consumo reciente de marihuana y/o concentraciones de 2 a 5 ng/ml de THC en la sangre, están asociadas a un deterioro en la capacidad de conducción de vehículos, particularmente en consumidores ocasionales de marihuana. 
 
Salud mental:  cuadros afectivos y psicóticos
En Chile y el mundo han aumentado los problemas de salud mental asociados al consumo de marihuana, destacando la aparición de crisis de angustia (crisis de pánico) y la complicación de la evolución y recuperación de personas con cuadros depresivos. Por otro lado, el fácil acceso a la marihuana en la comunidad, genera que personas con patología psiquiátrica mayor como esquizofrenia, presenten más complicaciones en su evolución y pronóstico, derivados del consumo de la sustancia (SONEPSYN, 2008).  El uso precoz de marihuana adelanta la aparición del primer brote psicótico en 2 a 3 años, en personas con antecedentes genéticos, empeorando el pronóstico de la enfermedad. La evidencia demuestra que a nivel individual, el consumo de marihuana duplica el riesgo de esquizofrenia, y a nivel poblacional, la eliminación de este consumo reduciría la incidencia de esquizofrenia en aproximadamente un 8% (Arseneault, 2004).  La evidencia es consistente con que el marihuana aumenta el riesgo de psicosis independiente de otros factores y efectos transitorios (psicóticos) durante la intoxicación. Por lo tanto, existe suficiente evidencia para advertir que el uso crónico de marihuana puede incrementar su riesgo de desarrollar una enfermedad psicótica en el futuro (Moore, 2007). 
 
Sistema Nervioso Central (SNC): deterioro cognitivo
En el SNC el uso regular de marihuana produce una disfunción frontal reversible (Síndrome amotivacional) que da cuenta del enlentecimiento y la falta de propositividad vital del consumidor crónico de marihuana. El consumo persistente de marihuana está asociado con un deterioro neuropsicológico que es directamente proporcional a la intensidad del consumo. Entre quienes inician el consumo de marihuana en la adolescencia, la suspensión del consumo de marihuana no restaura completamente el funcionamiento neuropsicológico. Estos hallazgos son sugerentes de un efecto neurotóxico del marihuana en el cerebro del adolescente (Meier, 2012).
En relación a la memoria, la evidencia sugiere un deterioro en los mecanismos de codificación, almacenamiento, manipulación y recuperación de la información en consumidores de largo tiempo y de altas cantidades de marihuana. Estos deterioros son similares a aquellos presentes en la intoxicación aguda de marihuana y se relacionan con la duración, frecuencia, dosis y edad de inicio del consumo de marihuana (Solowij & Battisti, 2008). Además, existe evidencia de efectos en la memoria, procesamiento de la información y funciones ejecutivas en los hijos de mujeres que han consumido marihuana durante el embarazo (Kalant, 2004).
En un reciente estudio publicado el 2012 por Meier sobre un seguimiento de 1000 personas, a quienes  les midieron desde  los 7 a los 13 años una serie de parámetros de salud mental y física,  siguiéndolos hasta los 38 años, encontraron que aquellos que presentaban en 3 ocasiones el diagnósticos de dependencia a marihuana, tenían una disminución de 6 puntos del CI en corporación con un grupo control de iguales características generales, pero no consumidores de marihuana. 
 
 
Abuso y Dependencia:
La marihuana es una droga cuyo consumo regular y prolongado puede originar problemas de abuso y dependencia. Entre las personas que asisten a programas de tratamiento (MINSAL-CONACE, 2007), gran parte acuden por consumo problemático de marihuana: 
  • 1/3 de las personas consultantes presentan como droga principal la marihuana. Si se toma solo a la población menor de 20 años, el porcentaje sube a un 50 %. 
  • De los 2/3 restantes, el 80 % la marihuana acompaña al consumo de la droga principal. 
  • El 70 % de las personas con consumo problemático inician su consumo de drogas ilegales con marihuana.  
Existe evidencia convergente de estudios de laboratorio básicos así como estudios clínicos, que indican que existe un síndrome de privación que aparece ante la discontinuación de marihuana por usuarios crónicos (American Journal of Psychiatry, 2004).
Varios estudios internacionales demuestran que entre un 7% y un 10% de los consumidores regulares de marihuana desarrolla una dependencia a la sustancia. El inicio temprano del consumo de marihuana y el consumo semanal o diario son fuertes predictores del desarrollo de una dependencia a esta sustancia (Kalant, 2004).
 
 
Escalada de la droga a cocaína:
Estudios nacionales de SENDA, muestran que el 93,7 % de los que declaran consumo de cocaína, refieren haber consumido marihuana previamente. Si se considera a las personas que declararon haber consumido marihuana alguna vez en la vida, un 21% posteriormente refirió haber consumido cocaína.  En el segmento de 19 a 34 años, que declaró haber consumido marihuana antes de los 15 años, uno de cada dos (52,3%) reporta haber consumido también cocaína y en todos los casos ello ocurrió después del inicio del consumo de marihuana, es decir, la escalada de la droga, es más probable cuando se da un inicio temprano del consumo de marihuana (población infanto juvenil).
 
Daños físicos:
el consumo crónico de marihuana produce daños en el sistema respiratorio (síndromes obstructivos, restrictivos y cáncer pulmonar). Hay evidencia clara que el fumar marihuana produce inflamación crónica de la vía área y lesiones precancerosas, aumentando el riesgo de la aparición de cáncer de la vía aérea (Kalant, 2004). Además, el uso de marihuana provoca alteraciones a nivel cardiovascular (taquicardia y variaciones de la presión arterial), inmunológica  (disminución de las defensas) y alteraciones en el área de la fertilidad (infertilidad por disminución de la movilidad de los espermatozoides). 
 
Más información: padeu@uc.cl
 
 
REFERENCIAS:
 
1. Salud Estudiantil e Instituto de Sociología, UC (2011). IV Encuesta sobre tabaco, alcohol y otras drogas de estudiantes universitarios UC.
 
2. Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía, SONEPSYN (2008). Declaración sobre el uso de Marihuana en Chile de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y neurocirugía (SONEPSYN). http://www.sonepsyn.cl/index.php?id=2308
 
3. Laumon B et al; “Cannabis intoxication and fatal road crashes in France: population based
Case control study; British Medical Journal, 2005, 331, 1371 1377.
 
4. Hartman RL & Huestis MA; “Cannabis effects on driving skills”; Clin Chem. 2013 Mar;59 (3):478-92. 
 
5. Jorgen G. Bramness et al; “Impairment due to cannabis and ethanol: clinical signs and additive effects”, Addiction 2010, 105, 1080–1087.
 
6. Nadia Solowij& Robert Battisti; “The Chronic Effects of Cannabis on Memory in Humans: A Review”, Current Drug Abuse Reviews, 2008, 1, 81-98.
 
7. Theresa H M Moore et al. “Cannabis use and risk of psychotic or affective mental health outcomes: a systematic review”. Lancet 2007; 370: 319–28.
 
8. Louise Arseneault et al.; “Causal association between cannabis and psychosis: examination of the evidence”; British Journal of Psychiatry (2004), 184, 110-117.
 
9. Harold Kalant; ”Adverse effects of cannabis on health: an update of the literature since 1996”; Progress in Neuro-Psychopharmacology & Biological Psychiatry 28 (2004) 849–863.
 
10. Madeline H. Meier et al. PNAS October 2, 2012 vol. 109 no. 40.
 
11. American Journal of Psychiatry (2004); 161:1967-1977
 
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